24/12/13

Los Rockeros - El teléfono (1967)

Buenas noches estimados amigos del garaje. Hoy les traigo un magnífico disco de Los Rockeros. Este es el
grupo español. A no confundir. Bueno lo que les traigo es el Ep El teléfono. Cuatro rolas bien chidas que te llevan desde la balada al uso de fuzz troglodita y cuadrado como sé – a Wirtis no lo engañás chabón- tanto te gusta. Sí madafaka, un buen disco de garaje y rock and roll es lo que pintó para esta navidad. Navidad deprimente, cargada de matices y culpas. Horrible. Pero no importa porque yo estoy concentrado en difuminar la verdad.
Ya sé: ¿De qué hablás Miguel, por dios? Les explico. De un tiempo a esta parte he venido reformulando mi ser y, en consecuencia, mi alrededor. Lo que pasa es que me cansé de ser un fucking adicto, me cansé de vivirla de rok and roll y pasármela de partusa en partusa, de mina en mina. Porque no, no es así bróder. Llega un momento donde uno debe decidir cuál es el camino que va a tomar para el resto de la vida. Tengo para mí que en la vida, en más de una ocasión pero no tan frecuente como dicen; uno debe optar por caminos que la definirán. Generalmente estas opciones se presentan cuando el individuo ha llegado a un grado de problematización con su circunstancialidad actual que debe, sí o sí, reformularla.
Tales avatares que gestan cambios pueden ser de índole amena (ponele, así ponele no más, te casás o te recibís o cualquier huevada de esas que tanto empeñamos en conseguir) o de índole funesta (te estabas clavando una manola y te agarró tu jermu ahí, con la pinchila animada o te encuentran una mancha en el centro del cerebro y no saben qué carajo es pero de seguro, nada bueno). Son estas últimas las que con mayor premura y mucho brío activan cambios increíbles en la vida del hombre. Ahí lo ves al fumador empedernido escupir el cigarro como si fuera una mala puta o al amarrete tratando de dadivar para que alguien lo quiera salvar.   

Todo depende de cómo se miren las cosas. Así, algunos días estoy mal y otros bien. A veces la misma situación me parece positiva y otras una funesta promesa de dolor. De todos modos no importa, como les dije, nada importa. Hoy les traigo rock and roll, un muy buen disco de rock and roll y también un disco alejado de la navidad. Nada alusivo al tema. Habrán notado, tal vez, que no suelo poner cosas que remitan directamente a los acontecimientos que dominan la atención pública. Y es así porque cada día invento algo nuevo, es así porque cada día trato de escapar del común. Aunque la vorágine del cotidiano existir me engulla y me mate constantemente. Porque todos los días me estoy muriendo un poco amigos. Ustedes también, sépanlo. Bien, acá les dejo el disco de Los Rockeros, después de este vómito de mal estar, después de esta confesión de mártir golpeado y abatido. Los veo en unos días. Feliz navidad y que te fumes mucho cuetes pero no tires ninguno, hijo de puta, que a los animalitos los estresa y a los viejos nos molesta. 

10/12/13

Violeta Rivas - Antología Wirtiana.

Hola mis amigos. Hoy vengo contento porque he descubierto que el mundo es lindo. Sí señor, gracias a
este blog el buen Wirtis ha conseguido aceptarse a sí mismo. Así, feo como soy. ¿Qué os parece? A mí requetebién chido. Pero bueno, un verdadero caballero – como ella me llama, porque sí, soy un caballero, porque sí tengo una “Ella”- sabe mantener el secreto. Por eso voy a hablar de otra cosa, pero siempre en la misma línea porque es una mujer hermosa y talentosa como las verdaderas chicas lo son la que les voy a presentar hoy. Tal vez algunos de ustedes, más que nada mis coterráneos, identifiquen a esta señora con el personaje de Capusotto. Es más, de seguro muchos reirán al conocer que no es un invento del sesudo comediante. Pero la verdad es que Violencia Rivas  es una caracterización a partir del  referente real Violeta Rivas. Bueno, me fui a la mierda, como siempre. La artista que les traigo es Violeta Rivas. Sí señoras y señores. El disco en cuestión no es más que un puñado de temas que tenía dando vueltas en la Pc.
La verdad que no mola así como un montón la señora Rivas.  Amerita la presencia de esta antología casual la versión de Nadie me puede juzgar.
Quiero aclarar que este blog es un lugar abierto – dentro de lo que Wirtis considera “abierto” porque hay huevadas que acá no van a entrar nunca bróder, qué querés que te diga, imagínate abrir Garagelatino y encontrar posteado  el último de Tan Biónica ¡WTF, Miguel! Y sí, si eso pasa pégame un tiro porque es signo del definitivo derrumbe – que tolera y difunde mucho. Nada de venir con mariconadas tipo ¡Hay que tener mucho huevo para calzar un fierro! Porque me voy a calentar.
Decía más arriba que esta cantante pop fue referida y, en consecuencia, revivida por Capusotto. Voy a explicar la idea porque de seguro aparece alguno que siente ofendido el respeto  de Violeta Rivas y me tira una como Boca ganó, Paraguay y Bolivia están de fiesta.  Violeta Rivas había quedado, como todo el sixtie sound en general, olvidada y rotulada de un muy no feliz modo. Al recuperar Capusotto el nombre – si bien solo referido por lo fonético – proveyó al referente de una nueva luz que la ubicó en un lugar más rocker e irreverente.
La verdad es que Violeta Rivas fue parte del Club del Clan, producto que ni amo ni odio simplemente me pasa desapercibido, y se esfumó cuando el fenómeno calló. Nada más.

La chica siguió su carrera. La sigue aún. Pero en la sombra. Al igual que sus camaradas del Club del Clan. Hecho, este último que, según yo, dignifica y enaltece al Club porque – hoy día - los ubica como un producto marginal, ajeno a la convención.   Bueno bróder, espero sepan disculpar mis devaneos. Pero es acá donde Wirtis es. Chau.  Pax.