La tía Leonor y sus sobrinos es otro misterio dentro del panorama del
sesenta. Y van… Por eso las conjeturas que este servidor puede hacer son solo
aproximaciones, elucubraciones para dar forma a un pasado que fue y que, si no
fuera de este modo, tendería a desaparecer inexorable. Ahí el justificativo de
la historia, para construir la memoria. Aunque siempre es parcial, siempre
estará incompleta, bien lo sé. Y eso la justifica también, porque, en
consecuencia, siempre habrá posibilidades de buscar más allá, de alumbrar con
otros focos, de preguntar con otros modos.
Decía que este grupo es muy desconocido, hablaba de las conjeturas,
también.
Ahora las voy a explicitar. La tía Leonor ni siquiera se sabe si fue tal o
un músico de sesión contratado para la ocasión. Esa afable señora con cara de
abuela Flora es solo una imagen a modo de ilustración, con el único objeto de
legitimar aún más el producto. Lo mismo pasa respecto a los sobrinos. No
sabemos quiénes fueron, dónde terminaron. De seguro en algún oscuro bar de mala
muerte como en los que suelo tocar yo.
Con todo, La Tía Leonor y sus Sobrinos editó dos álbumes a fines de los
sesenta. Uno de tangos y otro de música clásica. Ambos en clave beat. El más
famoso fue el de versiones de música clásica, siendo – según leí en algunos
decires de los coetáneos que consulté – que la versión de la Marcha Nupcial fue
muy famosa en la época. No pocos fueron los que estrecharon lazos al ritmo del
beat.
Después nunca volvieron grabar, nunca nadie se hizo cargo de la
participación en la banda y todo quedó en el olvido. Hasta hoy que, una vez
más, los evocamos para vos.
Aplausos apartes merece la historieta de la contratapa, como abucheos
varios – por lo menos según mi criterio y el de la simpática Emma (que es
diseñadora) – por lo feo y desagradable.
Bueno mis guachines, acá les dejo esta perlita para vuestros curiosos y hambrientos
oídos, para que el finde sea menos arduo, para que la lucha – si sos docente –
sea digna y valiente. La Tía Leonor y Sus Sobrinos.
Antes de irme pienso que mi tía se llama Leonor, pienso también que les
podría inventar un cuento sobre ella, mi primo el más grande, mi primo el más
chico y yo. También podría incluir a mis tres bellas primas y a mi hermana pero
me parece que no, que no da. Que mejor dejo lo documentado y las ficciones las resguardo
para los libros que tanto rédito me dan. Bueno bróder, me voy, ahora sí, porque
el presente me espera, porque ella no me habla pero me cocina. ¡Saludos!