Buenas tardes mis
manes. Hoy les traigo una antología de esas que a mí me gusta hacer, de vez en
vez, cuando el THC se apodera de mi zabeca. Y no es que pretendo que piensen
que soy un puto drogadicto pero lo cierto es que tengo miles de antologías
dando vueltas en el ordenador, ahí en la carpeta de garaje punk latinoamericano
del sesenta, solamente allí, debo tener unos sesenta compilados. Claro que
muchas veces los temas se repiten. De hecho, según mi artífice experiencia, es
allí donde surge uno de los mayores inconvenientes a la hora de hacer
antologías: ¿Cuáles canciones poner y cuáles no? ¿Son equiparables los sonidos
de las canciones? ¿Mantienen una coherencia conceptual o ambiental? Y tantas
variables más que se cruzan por la nublada mente wirtiana.
Sin embargo, y
más allá de todo, llegan algunos momentos como el que hoy me convoca aquí, a mi
amado blog; que me digo: Che, Miguel, por qué no les das una alegría a los
vagos del garaje y te colgás un compilado. De paso despuntás el vicio artístico
y clavás una de esas tapitas que tanto disfrutar hacer. Y yo, que soy un pibe
bueno, tranquilo y sumiso; hago.
Y he aquí, mis
cofrádicos cuates, lo que quedó y lo que les traje: un compilado de garaje punk
sixtie que tiene como leit motiv la lengua portuguesa. ¿Os gustó? Espero que sí
porque no vuelvo hasta el mes que viene, el último del año. Y será esta perla
garagera todo lo que les voy a dejar por aquí. Excepto que algo extraordinario
sucediera. Pero lo dudo.
Los temas
antologados, varios, creo yo, los deben conocer. Si no, es esta una gran
oportunidad. Lo hice corto: 15 temas punketos de no más de dos minutos. Se los
dejo amigos, recíbanlo como lo que es: una singularidad más en este mundo de
mixturas y repeticiones infinitas. VA - ¡Sujo!