Buenas noches
hermanos del garaje, acá estoy una vez más, como siempre, resistiendo desde
este mi querido lar. Y es que muchas veces pienso: ¡Pucha que tengo abandonado
el blog! Pero después me
acuerdo que no es una actividad remunerada y que me
niego a transar y entiendo que si algo me propicia y debo cuidar de este lugar
es la libertad. La libertad de hacerlo como quiero y cuando quiero. Por eso no
resubo los discos. Porque sé que están, por ahí en el maremágnum de mis más de
trescientos DVD`s de música y datos, pero es una paja muy, pero muy larga
buscarlos – ni una base de datos digital hice -, casi tanta como comprimirlos y
cargarlos.
Hoy les traigo un
cuarteto, estamos de para bienes. Y si bien colgarlos todos juntos para que
tengan un empacho de rock centroamericano de los sesentas y setentas; fue voluntad
mía, el groso labore de compilar y compartirnos esta belleza fue de plin plin
plin. Y no es mentira, no recuerdo el nombre ni por dónde fue que este grosso
me pasó esta inmensa antología. Así es que perdón hermano y muchísimas gracias.
Con todo, y explicitadas
las debidas disculpas, son estas cosas el único pago por mi trabajo de blogger.
Así como la buena onda y la comprensión. Sí mis hermanos, en esta Argentina de
la desigualdad y la xenofobia yo me voy poniendo viejo y más me empaco en
resistir los mil y un embates que los medios burdamente imponen. Soy
asalariado, tengo familia, tengo impuestos. Tengo una infraestructura que
mantener. Gobiernan para los empresarios. Acosan a los trabajadores. No nos
dejan ni chistar. Es ese exterior el que te va a someter, es cierto, pero son
tus ideas, tus construcciones y lecturas del mundo lo que te va a salvar. O no.
Yo siento que
combato. Siento que actos de pura y sincero desprendimiento y solidaridad como
el que hacemos los blogger que comparten cosas (raza casi extinta, que los
dictadores de la red están empeñan en acabar) son genuinos actos de
resistencia. Lejos de dejarnos gobernar por el señor dinero, le hacemos la v en
la cara y nos ponemos a regalar. Como así también el de los tipos como plin
plin plin que comparten gemas solo por verlas rodar. Por eso, cófrades,
aplaudamos a los bravos bloggers, a los desinteresados cibernautas. Somos
nosotros la resistencia. Abrazos
camaradas cibernéticos. Acá les dejo esta belleza en 1, 2, 3 y 4 discos. Enjoy.