Hola mis amigos
del garage. Acá vuelvo una vez más, asqueado de la Argentina liberal que tiene
presos políticos, mucho hambre para el pueblo y privilegios para los
millonarios. Esta vez, como no nos pudieron embaucar con la chantada de
autoperdonarse 70 mil millones que la familia del presidente le debía al
Estado,
nos empernaron dándole las mismas rutas aéreas que hace la aerolínea de
bandera a la empresa que absorbió a la empresa aérea del presidente. También se
denuncia que la familia del Mauricio M. maneja, a través de otra empresa,
claro; los peajes de la zona Norte de la capital. Los peajes aumentaron. Y
mucho. Como todo en la Argentina del desfalque.
Y yo sigo
atrincherado. Más que antes, pero no sé si más que mañana. Y es que son tiempos
escépticos estos, mis hermanos. La sombra espúrea de la década infame se cierne
sobre mi amada patria. A fuerza de tarifazos y recortes nos están
disciplinando. Con hambre no se puede pensar.
Nosotros, los K,
bollamos entre la militancia de campo, esa que le pone el cuerpo y la otra, la
ciberresistencia. Esa en donde se ponen las ideas y las palabras, esa en donde
se construyen espacios o, en el caso de este mi amado blog, se resignifican;
como instrumentos aptos para trasmitir la idea rebelde. Esa que no se somete,
esa que se mantiene incólume porque estamos construidos desde ahí.
Hoy les traigo a
Los Tornados, una banda española que tenía todo lo que nosotros amamos: sonido
desprolijo y actitud gamberra. Muy buenos.
Y les traigo a
estos muertos vivos a colación del patético – ya les dije que a partir de ahora
el blog va a ser un panfleto de oposición a las políticas segregacionistas de
Mauricio M. y, por cosmovisión moral, una apología de las lógicas populistas –
acto de desprecio a la historia argentina que Mauricio M. realizó en España.
Voy a explicar un
punto: yo aprecio y amo todas las expresiones culturales. De España admiro
muchísimas cosas, en lo social, económico y, en especial, lo artístico. No
obstante, eso no imputa que entienda que la historia que nos une es de espanto
y sangre. Que vinieron a nuestras tierras y las saquearon y las diezmaron. Amén
de intentar desaparecer todo vestigio de la cultura original. Como el post no
da no voy a caer en un reduccionismo histórico maniqueo porque el tema es mucho
más profundo; pero sí voy a dejar la idea de que fue una colonización en lo más
amplio del término.
San Martín, nuestro
máximo prócer se erige en el combate contra el imperio español, se construye en
oposición a esa fuerza que era omnímoda. Él como todos los patriotas
latinoamericanos se erigen porque son expresiones de un descontento popular. El
hecho de que Mauricio M. le haya dado la “Orden Libertador San Martín” es un
acto de desprecio, como les dije, a nuestro pueblo. Y esto no implica que haya
que tener malas relaciones con España, pero tampoco que haya que ser un
obsecuente apátrida.
Pero la lógica de
estos hombres, los neoliberales es esa: ¿Qué importa, si son negocios? Son
hijos del despiadado mundo de los negocios. Y por eso pueden recortar, ajustar
y apretar a la gente con cara de compungidos. Así es como manejan su mundo. Una
mierda, cuates. Si apoyás ese tipo de lógicas e ideas, compatriota, no sos
bienvenido, sabelo en mi blog. No obstante, como seguimos la lógica populista,
los discos seguirán con los links para todos. Un V y acá tenés, tremenda banda
del imperio español: Los Tornados.
No puedo estar más de acuerdo contigo,amigo Wirtis Aquí en España hay un refrán, ''Dios los hace y ellos se juntan''.
ResponderEliminar¡Como envidio tu prosa y tu inteligencia! Un Abrazo
Hola estimado amigo, perdón por la infinita demora en responder, de seguro ya ni vas a saber que respondí. Pero bueno, es así: en Argentina somos esclavos modernos, trabajamos todo el día como perros, esclavos de los impuestos y servicios. Abrazo grande y mis más sinceras disculpas de nuevo.
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